Dark Light

Comparto mi visión a un tema sin respuesta en nuestros tiempos. Se trata de una de las múltiples dualidades que disponemos en nuestra filosofía o entendimiento de lo humano. Si las habilidades son innatas, o en caso contrario, son adquiridas por nuestra exposición al entorno adecuado de desarrollo.

Mi visión del asunto es la siguiente. Que probablemente existan estructuras innatas, por las cuales, se faciliten la adquisición de ciertas habilidades adquiribles del entorno. Es decir, que puedan existir capas cognitivas organizadas para generar abstracción y complejidad, con hábitos adquiridos exteriormente.

Sería algo parecido a la teoría de la Gramática Universal de Noam Chomsky.

Foto de Noam Chomsky

Por la cual, los seres humanos, disponemos de la capacidad innata de identificar y aprender estructuras gramaticales. Yo postulo, que existen más estructuras innatas. Y que la ciencia, deducirá que son genéticas. El misterio sería porque no son universales, o si lo son, porque aparecen en unas personas y no en todas.

Un dato a destacar, es que el individuo que desarrolle la habilidad innata, antes de que se desarrolle, ha de disponer de una inclinación, un interés, una atracción hacia ella. Creo que esto es fundamental. Sin ese interés por encima de lo común, no habrá posibilidad al desarrollo del talento. Y creo que éste interés, curiosidad, atracción, está relacionada con la capacidad, de alguna forma misteriosa.

Capas de abstracción

Al igual que con los ordenadores se disponen de diferentes capas de lógica, y por tanto, de procesos para estructurar cierta información afín, los seres humanos, en mi opinión, podríamos venir con mismas estructuras para asociar habilidades. O dicho de forma informática, para poder instalar un determinado sistema operativo que facilitará el uso y efectividad de determinadas aplicaciones humanas.

Capas de software a nivel informatico

Lo que un usuario de una computadora ve, y es consciente para el, es la capa del sistema operativo, con las aplicaciones que él instale en ella. Todo esto ha sido preparado por desconocidos desarrolladores . En el ser humano, en mi opinión, venimos con una estructura semejante. En la que las aplicaciones, serían el equivalente a los talentos, y el sistema operativo, la estructura comportamental básica.
Todo éstas estructuras sobreviven en un misterioso mundo inconsciente de capas profundas de información para el “usuario psicológico”.

Los seres humanos, solo somos conscientes, de que casi todos somos talentosos con la “instalación en nuestro hardware cerebral del lenguaje”. Después, en la vida privada de cada uno, comprobará como algún “nuevo ser humano”, dispone de una facilidad inusitada para la instalación de otras aplicaciones humanas.

El lenguaje musical, kinesiológico, visual, matemático-lógico, o cualquier otra estructura de hábitos que conforme una habilidad humana, necesita de esa estructura de bajo nivel. Que, solo seamos conscientes de algunos casos, no significa que la capacidad sea particular a un individuo a mi entender. Podría ser universal, pero desconocemos la variable ambiental que condiciona su manifestación.

Usando como ejemplo el modelo OSI , el asunto podría estar relacionado con la modularidad. Vamos a jugar e intentar hacer alguna relación simbólica con éste modelo.

  • Computación: Algunas capas se encargan de convertir bits en señales eléctricas, como la capa física.
  • Cognición: Algunas capas se encargan de la transducción a señales electroquímicas. Ejemplo: cambios de presión del aire en el oído, radiación lumínica de los ojos.
  • Computación: Otras, corrigen errores de comunicación, como los protocolos de acceso al medio.
  • Cognición: capas de filtrado de la información relevante. Trabajo asociado al Hipotálamo.
  • Computación: Unas se encargan del enrutamiento de los mensajes por los infinitos caminos de Internet.
  • Cognición: Protocolos en el sistema nervioso, enrutamiento sensorial y de sus respuestas.
  • Computación: También de la transferencia de grandes unidades de información dividiéndola en mensajes más pequeños.
  • Cognición: La integración de la información para su escalabilidad en el aprendizaje, es un misterio. Pero lo que sí está claro es que debemos disponer de un sistema que se encargue de convertir memorias al corto plazo, en memorias al largo plazo, además de estructurarse de forma compleja, pero de acceso intuitivo o instintivo.

Cualquier problema en la comunicación de éstas capas, cualquier desajuste en estos procesos inconscientes, podrían determinar la tendencias innatas en el aprendizaje. Al menos condicionar la accesibilidad a una interiorización rápida y precisa de la habilidad. De hecho, existe una capa psicológica que es el principal escollo para desarrollar el talento. La personalidad, el “Yo”. A medida que ésta capa de información absorbe más energía más se resiente nuestra capacidad de aprendizaje. Ya que baja nuestra capacidad de asimilación de la información, memoria, y nuestra capacidad de concentración, si ésta capa de la personalidad está muy activa.

Del hábito a la habilidad

Finalmente, todo hábito puede convertirse en habilidad.
La repetición metódica y constante, con la atención adecuada, de cualquier hábito, sea el que esa, puede llevar a la integración total de los procesos, manifestando en un tiempo indeterminado un grado de habilidad.

Una habilidad es la tarea o acción que se realiza de la forma más efectiva posible con el menor gasto de energía, en donde no existe esfuerzo psicológico ni presencia de “sujeto cognitivo”.
La calidad de la atención y su continuidad en el proceso de aprendizaje es fundamental para tal logro. Ella determinará las variables temporales de asimilación de la tarea.
Por tanto, no solo dependerán del tiempo en el que se practique, sino de la actitud atencional durante el mismo.

Toda dificultad es siempre psicológica si no existen problemas físicos. Porque toda práctica asimila información de forma inconsciente, si atendemos adecuadamente. En éste sentido, nadie se da cuenta de lo que aprende en su día.

La evolución en el aprendizaje, lo que se conoce como escalabilidad, se notará con “saltos cuánticos”, que determinan las etapas de aprendizaje en cualquier habilidad.
Si no interferimos psicológicamente en el proceso, más tarde o más temprano, nos observaremos realizando la habilidad de forma extraordinariamente efectiva. Lo que nos costaba tanto hacer semanas atrás, se realizará de forma fluida y natural, sin esfuerzo. Los conceptos que tanto nos costaba recordar y estructurar, se nos mostrarán ellos mismos armoniosamente relacionados sin razonamiento.

La mejor actitud para adquirir cualquier habilidad, es no estar pendiente de estos saltos cuánticos, no esperarlos.
Atender de forma total a todos los detalles, exponernos adecuadamente a la información durante el proceso de aprendizaje, es la clave. Así, aprender, es otro talento a desarrollar. Nos debemos entregar con una actitud de aprendizaje correcta, en la que no exista esfuerzo o apetencia de fruto, mientras se está realizando la actividad.
El deseo se ha de dejar, para el antes o después de la tarea de aprendizaje.

Entonces mi conclusión en éste asunto no es tanto si existen talentos innatos o no, más nos tendría que preocupar aprovecharlos adecuadamente, sino si somos capaces de convertir nuestros hábitos en habilidades constructivas. Lo interesante es generar habilidades que no dispongamos, y saber proteger las que ya estén manifestadas, desplegándolas en el mundo de la forma más constructiva posible. Porque, sin darnos cuenta, todo hábito se convierte en habilidad con la atención y tiempo preciso. Otra cosa es que ésta habilidad sea en su simetría constructiva o destructiva. Pero esto, es otro tema a tratar en otro artículo. De momento, que fue primero, la gallina o el huevo del talento, seguirá siendo controversial.

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