Dark Light

Un rapto emocional es aquella situación en la que un sentimiento definido o emoción por definir, nos secuestra nuestra vida interior. Se percibe por su constancia en forma de profunda necesidad o falta.
Las emociones tienen claros efectos psicosomáticos. Creo que esto ya no debería ser cuestionado en pleno siglo XXI, pero si aun así se tienen dudas de ello, pensemos cuando se nos acelera el corazón cada vez que nos ponemos nerviosos.
No hay emoción intensa que no se refleje de alguna forma física y que no se pueda comprobar en nuestro día a día.

Pues bien, la necesidad emocional puede afectar de tal forma a nuestro cerebro, que éste puede confundirlo como una necesidad física. Entonces, se podrá entender el peligro existente al dejarnos llevar por éstas supuestas necesidades psicológicas, que son todas ficticias.
Pueden generar profundos problemas físicos y psicológicos al considerarse reales por un cerebro abducido.
Que se me entienda bien. Que no sean reales significa que son eventos psicológicos auto-creados. Podemos vivir perfectamente sin ellos.
Ello no evita la intensidad de la experiencia. El sufrimiento si es real,, no la conclusión de que lo deseado sea la cura.

Uno de los raptos emocionales más fáciles de detectar es el enamoramiento. Sus efectos son muy parecidos al ocasionado por el consumo de algunas sustancias psicotrópicas, y en ese sentido, estar enamorado es perder en cierta medida nuestro equilibrio interno[1] . Ello no lo convierte en necesaríamente malo. Enamorarse de la persona adecuada, en el tiempo adecuado, durante nuestra etapa adecuada, será toda una experiencia enriquecedora y extraordinariamente viva. Pero que pueda ser así, no significa que no disponga de sus peligros. Todo rapto es perder el control de nuestra vida. Y toda perdida de nuestro control, implica que las circunstancias accidentales de la misma, definirán nuestras decisiones

Un documental para mi clásico, que he recomendado infinitas veces en éste lugar nos muestra los efectos de éste rapto con infinidad de detalles. No dejaré de recomendar su visionado porque habla del funcionamiento de nuestro cerebro en circunstancias muy importantes, nos muestra como el inconsciente es el silencioso gobernante de nuestra vida consciente, por tanto, lo considero de necesario conocimiento para todo ser humano. ¿No creéis que merece al menos dedicarle un tiempo?

Necesidad emocional

Los raptos generan un golpe de estado en nuestra jerarquía emocional. Todos los seres humanos disponemos de unas preferencias emocionales, por las cuales valoramos y clasificamos lo que nos es necesario o importante en el momento en el que vivimos.
En nuestra vida ésta jerarquía se moverá en una pirámide de valores, afectados por nuestras experiencias y circunstancias siempre cambiantes.
Hay personas que están más preocupados por la economía, otras por la epidemia de nuestros tiempos, otras por cuestiones más personales y viven como un poco al margen de lo que suceda.

Una persona puede estar muy preocupada porque no tiene pareja. En ese momento la necesidad de tener una relación esta en la parte alta de su pirámide.
Pero ocurre una inesperada pandemia y su trabajo antes seguro peligra. En ese momento ocurre algo increíble. Sin haberlo decidido ya no le preocupa tanto lo de no poseer pareja, ahora se ha desalojado la cima por ésta nueva necesidad: No perder el trabajo.

Emociones fuertes

Es muy común que en nuestra adolescencia, sea muy importante para nosotros estar en un entorno social que se nos respete y valore. Es decir, que se nos permita ser como somos y sobretodo, que se nos tenga en cuenta. Con los años, la decepción social elimina ésta necesidad de los puestos altos de nuestra jerarquía emocional.
La juventud, es la época de las aventuras, por lo cual es muy común que no se busque la seguridad de un trabajo fijo y aburrido, sino que nos es muy importante buscar la aventura, la sorpresa, la estimulación constante, lo diferente, lo nuevo, lo reaccionario, lo rebelde, lo intenso, y hasta cierto punto, el riesgo y la experimentación de lo prohibido.

Existe un motivo por el cual la ciencia considera que los jóvenes son más propensos a la temeridad, y es que aún no tienen totalmente desarrollado su cerebro, en concreto el lóbulo frontal[2] . Esto de nuevo, no tiene que ser necesariamente malo. Y explica porque en algunas actividades humanas competitivas, por ejemplo el motociclismo, se busca a pilotos cada vez más jóvenes para gobernar esas poderosas maquinas.
La razón es que se arriesgan mucho más que quienes son más mayores. Esto no les convierte en inconscientes ante el peligro, sino que son más propensos al riesgo, son más atrevidos.

moto GP

Con la edad, el miedo suele secuestrar alguna época de nuestra vida. Y así, es como poco a poco, perdemos la alegría y la espontaneidad, para buscar cada vez más lo conocido y seguro. El miedo, junto con el enamoramiento, son las emociones más propensas a generar estos raptos.

Conclusión

Detectar estos raptos emocionales es fundamental para cualquier ser humano.
Aunque sea muy difícil salir de ellos démonos cuenta de que no estaba antes. Por tanto, no pueden ser necesidades reales. Saber llevar con cierta integridad estos secuestros puede salvarnos de tomar decisiones erróneas. Debemos comprender la necesidad de cierto equilibrio y claridad mental en la toma de decisiones importantes.

Por ejemplo, casarse porque se está enamorado fue una opción válida en el pasado, y aún hoy en día sigue vigente en la cultura popular. Estar enamorado era una exigencia por el romanticismo cultural, y se animaba a tomar “la decisión más importante de tu vida”, bajo ese arrebato.

Recién casados

La realidad es que no deberíamos decidir cuestiones importantes que nos impliquen serios compromisos, por un “colocón” que puede que dure unos pocos meses.

Si, que si es el chico o la chica de nuestra vida, fue una decisión acertada.
Pero, ¿Y si no es así? ¿Y si se trata de un seductor-a experimentado-a con oscuros intereses?
Siento ser tan aguafiestas. Pero es que éste camino seguido por tantas, tantas personas, ha demostrado ser muy ineficiente y traumático.
Y, ello no quita que vivamos con intensidad las relaciones y los compromisos. Siempre y cuando, seamos conscientes de que vamos “colocados” y así no realicemos “ciertas decisiones o actividades que puedan hipotecar nuestro futuro emocional”.

Existe el encuentro del amor en la comprensión mutua.
Ese amor, cuando se siente, esa profunda conexión con alguien, es muy diferente al estado alterado de consciencia del que estamos hablando. Quizás no sea tan morboso e intenso, e incluso no quita que puedan aparecer ambos. Raro, pero no imposible. Lo que si es normal es que éste amor nos aportará muchísimo más beneficios que disgustos en nuestra vida.
Es por éste motivo que en la amistad puede aparecer con tanta facilidad, y en la pareja brilla por su ausencia. En amistad auténtica, no hay necesidades. En la pareja, uno-a carga con la felicidad del otro-a.
El verdadero amor es algo constante de principio al fin. Nos potencia y nos enriquece.
Y no es como éste famoso enamoramiento, que suele someter a un encadenamiento muchas veces pérfido y enajenante.
Tocaba decirlo.

Ahora que cada cual haga lo que sienta bajo su absoluta responsabilidad y libertad.
Pero si el rapto nos lleva al infierno, que no se diga que no se os advirtió. 🙂

Notas al pie:
[1] La Bioquímica Habla: Enamorarse Es Una Droga Tan Letal Como La Cocaína
[2] La corteza prefrontal y la regulación de la conducta adolescente

Artículos Relacionados

Aunque ya pueda disfrutar de nuestro contenido, estamos en proceso de construcción. Disculpe los fallos que pueda encontrar o dificultades en la navegabilidad en el sitio. Muchas gracias.